Signos de vida
19.04.2022
–
30.05.2022
Muestra colectiva
Press release
Muestra colectiva con: Armando Andrade Tudela, Iosu Aramburu, Gilda Mantilla, Marco Pando, Andrés Pereira Paz, Rita Ponce de León y Elena Tejada-Herrera.
Ante la pregunta por lo que viene ahora, por lo que pueda estar en ciernes después de estos dos años de incertidumbres globales y locales, lo más honesto sería encogernos de hombros. Pero vamos a aventurar una suposición.
Quizás lo que esté en juego ahora mismo, como tantas otras cosas vitales, sea el propio futuro del arte. No una de esas recurrentes mutaciones que cada cinco o diez años provocan un cambio de paradigma, sino un gran punto de quiebre, una profunda reconfiguración que transforme radicalmente a esta práctica y el cómo nos interpela.
Es por eso que las preguntas que un artista pueda hacerse sobre el porvenir podrían ser clave y deberían abogar por el sinceramiento: por el momento cuando se establece la lucha entre el deber y el poder. Permitirse imaginar, más allá de planes ideas, proyectos, imágenes u objetos, su propia estela aún cuando ella sea esencialmente vacilante. No está de más decir que esa interrogación no ha de anclarse en la nostalgia para ser respondida.
Ante la pregunta por lo que viene ahora, por lo que pueda estar en ciernes después de estos dos años de incertidumbres globales y locales, lo más honesto sería encogernos de hombros. Pero vamos a aventurar una suposición.
Quizás lo que esté en juego ahora mismo, como tantas otras cosas vitales, sea el propio futuro del arte. No una de esas recurrentes mutaciones que cada cinco o diez años provocan un cambio de paradigma, sino un gran punto de quiebre, una profunda reconfiguración que transforme radicalmente a esta práctica y el cómo nos interpela.
Es por eso que las preguntas que un artista pueda hacerse sobre el porvenir podrían ser clave y deberían abogar por el sinceramiento: por el momento cuando se establece la lucha entre el deber y el poder. Permitirse imaginar, más allá de planes ideas, proyectos, imágenes u objetos, su propia estela aún cuando ella sea esencialmente vacilante. No está de más decir que esa interrogación no ha de anclarse en la nostalgia para ser respondida.